“Los problemas que puede
plantear la contaminación de los suelos son tan variados como pueden serlo las
sustancias presentes en los vertidos” (Correa, 2007, p.113). De forma general
se pueden presentar los siguientes daños y riesgos:
·
El suelo pierde sus capacidades para la agricultura
o cualquier otra labor productiva.
·
Contaminación de aguas subterráneas, superficiales
y del aire.
·
Envenenamiento por contacto directo o a través de
la cadena alimentaria.
·
Peligro toxicológico para la salud humana:
1.
Por inhalación, problemas alérgicos y
respiratorios.
2.
Por ingestión, por desconocimiento al cultivarse
suelos contaminados.
3.
Por contacto directo con la piel, alergias y
problemas cutáneos en trabajadores que manipulan este tipo de suelos.
·
Contaminación de aguas superficiales y subterráneas
y, por tanto, también de los cultivos y animales de granja por utilización de
dichas aguas para regadío y en las granjas.
·
Volatilización de determinados compuestos, con la
consiguiente contaminación atmosférica y riesgo para la salud.
·
Peligros físicos, como explosión o fuego, corrosión
de estructuras o alteración en las propiedades mecánicas del suelo.
·
Degradación paisajística, provocada por el vertido
indiscriminado de residuos sólidos agrícolas.
·
Pérdida de nutrientes. Puede ser de manera directa,
bien al ser eliminados por las aguas que se infiltran en el suelo o bien por
erosión a través de las aguas de escorrentía, o de una forma indirecta, por
erosión de los materiales que los contienen o que podrían fijarlos.
·
Deterioro de la estructura. La compactación del
suelo produce una disminución de la porosidad, que origina una reducción del
drenaje y una pérdida de la estabilidad: como consecuencia se produce un
encostramiento superficial y por tanto aumenta la escorrentía.
·
Disminución de la capacidad de retención de agua,
por degradación de la estructura o por pérdida de suelo.
·
Pérdida física de materiales, erosión selectiva
(parcial, de los constituyentes más lábiles, como los limos) o masiva (pérdida
de la capa superficial del suelo, o en los casos extremos de la totalidad del
suelo).
·
Incremento de la toxicidad, al modificarse las
propiedades del suelo se produce una liberación de sustancias nocivas.
“La
contaminación puede tener consecuencias adversas muy variadas, ya sea sobre los
organismos aislados (efectos tóxicos), o sobre los ecosistemas y el equilibrio ambiental
en general (efectos eco tóxicos)” (Albert, 2007, p. 50). Estos efectos tienen
dos consecuencias generales en el ambiente que pueden ser: a corto plazo o a
largo plazo.
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