Los residuos sólidos urbanos (RSU), son aquellos designados vulgarmente
con el término "basura", o, en otras palabras, "aquellos
materiales resultantes de un proceso de fabricación, utilización, consumo o
limpieza, cuando su poseedor o productor lo destina al abandono".
La gran cantidad de actividades humanas generadoras de residuos supone
la existencia de gran diversidad de éstos, por lo que su clasificación puede
resultar complicada. En este trabajo, se tomó la clasificación mencionada por
López (1994, p.278), por considerarla más adaptada a la problemática actual.
Así, el citado autor los clasifica según
su procedencia y naturaleza:
·
Domiciliarios. Son aquellos generados en
las actividades domésticas.
·
Voluminosos de origen
domiciliario. Aquellos que no pueden recibir el mismo tratamiento que los otros por
su tamaño (por ejemplo muebles, electrodomésticos, entre otros).
·
Comerciales y de servicios. Provenientes de ferias,
oficinas, tiendas, entre otras, cuya composición es orgánica, tales como restos
de frutas, verduras, cartones, papeles.
·
Residuos procedentes de la
limpieza de la red viaria (calles, jardines). Son hojas o polvo que
recogen de las calles.
·
Industriales. Su origen es producto de
la manufactura o proceso de transformación de la materia prima.
·
Espaciales. Se conoce así a los
satélites y demás artefactos de origen humano que estando en órbita terrestre
ya han agotado su vida útil.
·
Hospitalario. Son deshechos que son
catalogados como residuos peligrosos por lo general y pueden ser orgánicos e
inorgánicos.
De acuerdo con Lecitra, (2010), los
residuos se clasifican por su composición en:
Residuo orgánico. Es todo desecho de origen biológico, alguna vez estuvo vivo o
fue parte de un ser vivo, por ejemplo: hojas, ramas, cáscaras y residuos de la
fabricación de alimentos en el hogar.
Residuo inorgánico. Es todo desecho de origen no biológico, de origen industrial,
antrópico o de algún otro proceso no natural, por ejemplo: plástico
y telas sintéticas.
Residuos peligrosos. Es todo desecho, ya sea de origen biológico o no, que constituye
un peligro potencial y por lo cual debe ser tratado de forma especial. Por
ejemplo: material médico infeccioso, residuo radiactivo, ácidos y sustancias
químicas corrosivas.
Residuos de clasificación
Beholder. El papel y el cartón son de origen
orgánico, sin embargo, para propósitos de reciclaje deben ser tratados como
inorgánicos por el proceso particular que se les da. La excepción son los
papeles y servilletas con residuos de comida que se consideran como material
orgánico.
Otros tipos de residuos, como los
propios del metabolismo humano, también son orgánicos, sin embargo son
manejados a través de las redes de saneamiento y no a través de esquemas de
recolección y disposición final.
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