Para Gómez, (2003, p.11) “el
reciclaje implica una serie de procesos industriales que, partiendo de unos
residuos originarios y sometiéndolos a tratamientos físicos, químicos o
biológicos dan como resultado la obtención de materiales que se introducen
nuevamente en el proceso productivo”.
Gómez, (ob cit),
menciona también que “el reciclado es la opción
de los residuos a los cuales no se ha podido llevar adelante las políticas de
reducción o reutilización” (p.12). Si bien, el reciclaje implica reducir los
residuos enviados a disposición final, deben utilizarse procesos industriales
que impliquen menos utilización energética y de insumos, que lo que implica la
producción de esos bienes.
Por ejemplo, el de las
botellas de vidrio, ya usadas se trituran y se funden
para fabricar nuevos artículos de vidrio. Las latas de aluminio usadas se
funden y se forman láminas con las que se hacen nuevas latas u otros productos
de aluminio. La finalidad es convertir una cosa vieja en otra nueva. El
reciclaje previene que materiales potencialmente útiles sean enterrados o
quemados reduciendo así la cantidad de basura. Por eso se recomienda no comprar
productos que sean difíciles de reciclar, sobre todo en aquellos países que aún
no cuentan con la infraestructura, recursos y tecnologías necesarias para este
proceso.
Según Carrato (2007), los
residuos sólidos orgánicos también se pueden reciclar mediante, el compost, compostaje, o composteo
(a veces también se le llama abono orgánico) es el humus obtenido de manera
artificial por descomposición bioquímica al favorecer la fermentación aeróbica
(con oxígeno) de restos vegetales, animales, excrementos, por medio de la
reproducción masiva de bacterias aeróbicas que están presentes en forma natural
en cualquier lugar (posteriormente, la fermentación la continúan otras especies
de bacterias, hongos, entre otros). Normalmente, se trata de evitar (en lo
posible) la putrefacción de los residuos orgánicos (por exceso de agua, que
impide la aireación-oxigenación y crea condiciones biológicas anaeróbicas
malolientes), aunque ciertos procesos industriales de compostaje usan la
putrefacción por bacterias anaerobias.
Gómez (2003),
señala que el reciclaje tiene provee los siguientes beneficios:
Ahorro
de energía: por ejemplo al fabricar papel reciclado
se ahorra 40% de energía, al fabricar botellas con vidrio reciclado se ahorra
26% de energía y el reciclaje de
aluminio ahorra 95% de energía.
Evita
la tala inmoderada de árboles: porque una tonelada de
papel recuperado es igual a cuatro toneladas de madera que equivalen a 18
árboles de 20 años de vida. Además disminuye la contaminación del suelo y de la
atmósfera.
Evita
la extracción de materias primas de la naturaleza:
ya que 1000 kilogramos de vidrio recuperado equivalen a 1200 kilogramos de
materias primas, mientras que 1 tonelada de aluminio recuperado ahorra 29
barriles de petróleo y 1 tonelada de petróleo recuperado ahorra 1 tonelada de
petróleo importado o extraído.
Por lo
tanto, reciclar es la mejor manera de resolver el problema de la basura. Por
desgracia, en la actualidad reciclamos poca basura. No echar cosas a la basura
y darles una nueva utilidad es un estupendo modo de ayudar a la salud del
planeta. La naturaleza enseña que todo lo producido y creado es reintegrado al
medio y con la basura debe buscarse lo mismo, es decir, que todo sea
reaprovechado de una u otra forma. Varias iniciativas existen para reducir o
resolver el problema, dependen principalmente de los gobiernos, las industrias,
las personas o de la sociedad en su conjunto.
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