Basándonos
en el autor Lara (2008), señala que el problema del exceso de generación de
residuos, tiene una posible solución, pero afirma que, “depende del compromiso
de cada integrante de la sociedad”. Este
autor considera, que se puede empezar a caminar en esa dirección con tres
medidas generales básicas que contribuyen al problema del manejo de los residuos,
denominadas comúnmente “Ley de las
tres erres”. Las tres medidas que integran la ley son: reducir, reusar y reciclar.
Reducir: significa detener el
problema de basura antes de que este comience, eliminando el origen de la
contaminación antes de afrontar los efectos. Va dirigido al proceso de
producción de productos, es decir, ocupar el mínimo de elementos además de
hacerlo en forma limpia, lo que implica también al consumidor una vez que el
producto está en sus manos. Este principio se puede aplicar en cualquiera de
las fases del ciclo productivo, es decir, en la generación de los artículos, la
distribución y el consumo.
Reducir en
el punto de origen puede llevar consigo la disminución en cantidad y toxicidad de
los residuos que generamos. Además, ayuda a conservar
los recursos naturales, disminuir la contaminación del aire y el agua,
disminuir los desechos, como ya lo dijimos, y, por ende, bajar los costos en el
proceso de recolección y destino final de los desperdicios.
Reusar. Muchos materiales que son
destinados a la basura pueden resultar útiles para otras cosas, extendiendo su
vida útil. Eso sí, hay que tener mucho cuidado en no utilizar envases que hayan
contenido elementos tóxicos como combustibles, insecticidas, entre otros. Menos
aún para almacenar alimentos o para el uso de los niños.
Reciclar. Se refiere a usar
ciertos residuos como materia prima para producir nuevas mercancías. Hay muchos
objetos que no se pueden reutilizar, pero sí los materiales de los cuales están
hechos que pueden reciclarse una y otra vez. Las latas de aluminio, botellas de
vidrio, papel, cartón, botellas de plástico y otros
envases reciclables se pueden llevar a un centro de reciclaje. En estos
centros, clasifican los materiales y los envían a las fábricas, que hacen con
ellos nuevos productos.
De este modo, con una planeación correcta de los residuos, se pueden
clasificar de un modo eficiente los desechos y así se evita al máximo el
derroche de materias primas. La educación ambiental sobre la manera adecuada de
reciclar, reusar y reducir es indispensable, ya que señalan una solución
integral al problema de generación de basura, sin embargo como se mencionó
anteriormente, esto es una tarea de todos, de tal forma que si contribuimos, el concepto basura
disminuiría o desaparecería.
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